El equipo y la ropa para las actividades al aire libre utilizan tratamientos químicos para garantizar la impermeabilidad, la durabilidad y la longevidad. Nuestro compromiso es iniciar la transición hacia el uso de productos químicos ecológicos en toda nuestra gama de productos.
Los recubrimientos DWR, con un tratamiento hidrófugo prolongado, actúan como barrera propiciando la formación de pequeñas gotas, lo que evita que el tejido absorba el agua. Aunque este tipo de tratamiento químico en particular resulta muy eficaz para usos técnicos al aire libre, no es una opción sostenible. Estas sustancias químicas de cadena larga pueden desprenderse de las prendas y del equipo liberándose en el medio ambiente. Por eso, nos hemos comprometido a utilizar productos químicos DWR de cadena corta, empezando con las series Archeon y Arcane.
RECUBRIMIENTOS SIN PFC
La transición hacia el uso de recubrimientos hidrófugos duraderos sin PFC no está exenta de dificultades. No son tan duraderos como los recubrimientos a base de fluorocarbonos y no ofrecen el mismo nivel de repelencia a la suciedad y los aceites. Sin embargo, el impacto medioambiental de los fluorocarbonos está ampliamente documentado. Como marca responsable, debemos abandonar el uso de estos productos químicos y empezar a utilizar alternativas más sostenibles.
En primavera de 20020 lanzamos productos con un innovador DWR sin PFC; las primeras colecciones serán Archeon y Arcane. Esta nueva composición química logra un equilibrio entre el rendimiento y la sostenibilidad para cumplir con las altas exigencias de Osprey.
RESIDUOS POSCONSUMO
El reciclaje de plásticos ofrece ventajas evidentes para el medio ambiente comparado con la producción de plásticos vírgenes nuevos en la fabricación de tejidos de nailon y poliéster. Con el reciclaje se consumen menos recursos naturales y se contribuye a solucionar los problemas que entrañan los vertederos, la basura y los plásticos en los océanos. La nueva gama de mochilas Arcane de Osprey, además de las mochilas juveniles Jet y Ace, se fabrican con hilo de poliéster obtenido de botellas de PET recicladas. De esta forma, tu mochila nace ya con un talante sostenible, ayuda a reducir el número de botellas de plástico que podrían acabar en vertederos —o en lugares peores— y evita el consumo de valiosos recursos naturales.
